La aplicación de estrategias de Big Data en el sector de la salud tiene múltiples beneficios, incluyendo la toma de decisiones precisas, la mejora de la experiencia del paciente y la reducción de costos. La recopilación y análisis de datos pueden ayudar a los profesionales médicos y a los administradores sanitarios a tomar decisiones informadas sobre tratamientos y servicios. La integración de datos de pacientes en un historial único permite una atención médica integrada, y soluciones como el intercambio electrónico de datos facilitan la interoperabilidad y la transferencia segura de información clínica. Además, el uso de tecnologías como chatbots, realidad aumentada y robótica en el cuidado de la salud brinda beneficios adicionales, mejorando la admisión de pacientes, la práctica quirúrgica y la atención domiciliaria. En resumen, el Big Data tiene el potencial de transformar la atención médica, mejorando la calidad y reduciendo los costos.