La moda del futuro se centra en la funcionalidad de la indumentaria inteligente, que integra componentes electrónicos y sensores en los tejidos. Estos sensores capturan datos del cuerpo humano y se envían a través de aplicaciones en teléfonos inteligentes, brindando información sobre métricas deportivas y de salud. Ejemplos incluyen pantalones de yoga que mejoran la postura, calcetines que mejoran la técnica de caminar y correr, y calcetines inteligentes que detectan ulceraciones. El mercado de ropa inteligente se proyecta alcanzar los USD 5300 millones para 2024 debido a la creciente demanda y avances tecnológicos en la captación y monitoreo de datos.