Por Manuel Allegue, founder y CEO de Zentricx
Desde Zentricx tuvimos la oportunidad de estar presentes en la Conferencia y Exposición de Salud Global HIMSS, donde, en lo personal, tuve el honor de ser orador en el marco de la cena latinoamericana del evento.
La inteligencia artificial (IA) demostró ser un tema dominante del encuentro – así como lo viene siendo en otros eventos con foco en la tecnología sanitaria- y dejó importantes tendencias para la industria donde quisiera poner foco.
De hecho, el núcleo del discurso de apertura de la jornada giró en torno al potencial de la (IA) para ayudar a personas de todo el mundo a llevar una vida más saludable. Enfáticamente, Robert C. Garrett, director ejecutivo de Hackensack Meridian Health, subrayó que la atención médica requiere de una “transformación radical” que con la ayuda de la IA, provocará un “enfoque revolucionario a una escala y a un ritmo jamás vistos”.
Durante su exposición, Garrett se refirió con entusiasmo acerca de cómo la IA puede ayudar a mejorar el acceso de las personas a una buena atención sanitaria, pero además, la manera en que la IA puede conducir a resultados más óptimos. Señaló cómo el análisis predictivo sirve para identificar más rápidamente el inicio de enfermedades, lo que permite a los médicos ofrecer un tratamiento más personalizado También la capacidad de esta tecnología de desarrollar medicamentos y vacunas más rápidamente.
Asimismo, se refirió a cómo la IA puede reducir las inequidades -por ejemplo en el caso de la atención a la salud de las comunidades desatendidas-. Comentó la posibilidad de identificar los determinantes sociales de la salud (aquellos grupos poblacionales que están en riesgo de sufrir o estar más expuestos a ciertos peligros) y brindarles una atención y recursos adecuados.
Un punto que Garrett indicó especialmente y que siempre buscamos reforzar desde Zentricx es la relación entre el éxito de la IA y la calidad de los datos: no hay IA generativa sin datos precisos y el poder de la IA en relación a la atención sanitaria está indiscutiblemente vinculado a la calidad, la accesibilidad y la estandarización de los datos. Asimismo, un desafío donde poner el acento es el de la interoperabilidad de los datos: en el complejo modelo de la salud, la capacidad de las aplicaciones y los sistemas para intercambiar datos de forma segura y automática es el principal activo.
Resultó muy interesante escuchar a Garrett referirse a cómo la IA se utiliza en casos concretos como Hackensack Meridian, un sistema con 18 hospitales y 500 sitios de atención. En el corazón de la utilización de esta tecnología existe un “enfoque estratégico” donde el uso “responsable y con los humanos siempre en el centro” está a la orden del día.
Por caso, están utilizando soluciones basadas en IA para ayudar a los radiólogos a priorizar la revisión de casos críticos y en la detección de enfermedad renal avanzada, retrasando la necesidad de tratamiento de diálisis y hasta incluso la necesidad de trasplantes.
A la vez, Garrett señaló que los chatbots impulsados por IA ayudan a mejorar la experiencia del paciente. “En la Escuela de Medicina Hackensack Meridian los estudiantes están aprendiendo cómo integrar la IA en su formación y priorizar la ética y la protección del paciente”, comentó.
El burnout médico, en la mira
En el marco de uno de los paneles de HIMSS, Alexander Ding, MD, miembro del consejo directivo de la Asociación Médica Estadounidense, comentó que un gran potencial de la IA gira en torno a un ámbito que podría estar fuera de lo clínico: la expansión de soluciones para reducir “los puntos de dolor” de la administración sanitaria. ¿Qué implicaría esto? Aliviar algunos problemas burocráticos para los médicos podría ser la clave para abordar el “agotamiento generalizado” entre estos profesionales.
En este sentido Ding señaló estudios que muestran que aproximadamente 2 de cada 3 médicos experimentan algunos síntomas de agotamiento (una tendencia que se acentuó con la pandemia), con una clara vinculación entre la desconexión e insatisfacción profesional y la carga administrativa.
De hecho, pocos días antes, en el marco de un seminario web celebrado por la AMA con foco en el burnout de los médicos, también se definió a la IA como una “inteligencia aumentada” que puede ayudar a la comunidad sanitaria. En particular se buscó enfatizar en que los médicos deben concentrarse más en la atención al paciente y menos en cuestiones administrativas. Los especialistas coincidieron en que los sistemas de salud necesitan encontrar formas de reducir tareas operativas, de documentación, así como aprobación de tratamientos y medicamentos. En este sentido, las soluciones basadas en IA que registran y resumen las conversaciones con los pacientes podrían ayudar con la carga de trabajo, pero también, este tipo de herramientas podrían automatizar todos los procesos administrativos.
En el marco del panel, Brian Anderson, MD, director ejecutivo de la Coalición de IA para la Salud, también explicó cómo la IA podría colaborar con la escasez de personal médico, un problema creciente. Básicamente, aumentando el acceso, esto es, facilitando que los pacientes naveguen por una plataforma y encuentren al médico adecuado para sus necesidades de una manera segura y eficaz, ya sea a través de telesalud o de forma aumentada, sobre todo en el caso de pacientes de las comunidades rurales y alejadas.
El debate por la ética y la responsabilidad fue una tendencia que no quedó fuera de la conversación.
Ya en la apertura, Garrett insistió en la necesidad de implementar la IA de forma segura mediante una gobernanza eficaz y sabiendo que nunca podrá reemplazar la intervención y la supervisión humanas. “Debemos obtener y asegurar datos precisos, proteger la privacidad del paciente y comprometernos a eliminar cualquier potencial de sesgo”, sentenció.
Sunil Dadlani, director de información y digital y director de seguridad de la información de Atlantic Health System en Nueva Jersey, advirtió durante el panel que las organizaciones pueden cometer errores si quedan atrapadas en “lo atractivo” de la tecnología y que es necesario comenzar con el caso de uso, nunca con la tecnología: “Es preciso que las organizaciones de salud identifiquen el problema que están tratando de resolver”, señaló y agregó que por ahora, muchas organizaciones no están centradas en soluciones clínicas para la IA, ya que requieren un umbral de validación más alto para poder utilizarlas de forma segura en la atención al paciente.
Anderson cerró con un punto crucial sobre el que quisiera poner énfasis: la industria de la salud necesita llegar a un consenso sobre la definición del uso responsable de la IA en la atención médica porque falta un acuerdo sobre la medición del rendimiento y la precisión de grandes modelos lingüísticos. No existe aún un acuerdo sobre cómo definir estos conceptos básicos, sobre cómo es una IA responsable, justa, equitativa, segura y eficaz, particularmente en el espacio de la IA generativa. “Diría que quizás lo más urgente que debemos hacer es definir cuáles son esos términos”, subrayó Anderson y coincido en que es un un eje central donde debemos poner foco si queremos un ecosistema de salud que incorpore IA de la manera más sensata, eficiente y coherente posible.
Por Manuel Allegue, founder y CEO de Zentricx