Los sensores incorporados a las prendas permiten captar datos biométricos y aplicarlos en una variedad de soluciones que están aportando funcionalidad a la industria de la moda
El futuro de la moda va mucho más allá de la estética: la funcionalidad es la gran protagonista de la indumentaria inteligente o conectada que viene, esto es prendas que tienen componentes electrónicos y sensores integrados en los tejidos y/o telas que envían información vía bluetooth hacia apps instaladas en teléfonos inteligentes.
Estos componentes generalmente funcionan con baterías o un pequeño generador que convierte el calor corporal en electricidad. Sin embargo, el núcleo de toda esta innovación reside en que los sensores se pueden utilizar para rastrear una variedad de datos del cuerpo humano, analizarlos y desplegar una enorme gama de aplicaciones posibles a partir de su detección.
La creciente demanda de indumentaria inteligente crea oportunidades de crecimiento para todo el mercado. Los datos se capturan en tiempo real y se envían a las aplicaciones lo que brinda información sobre una variedad de métricas deportivas, que incluyen intensidad y recuperación, calorías quemadas, nivel de fatiga y calidad del sueño, entre otros factores.
Por ejemplo, es interesante el caso de los Pantalones de yoga Nadi X que pueden detectar cuándo la postura de yoga necesita mejorarse: utilizando retroalimentación háptica los pantalones inteligentes crean pequeñas vibraciones en la parte del cuerpo que necesita ajustar a modo de advertencia para el usuario. En la app, al mismo tiempo, se ofrecen instrucciones sobre cómo optimizar cada pose entre otras instrucciones para mejorar la práctica.
Los calcetines son otra área donde los datos son clave. Sensoria Fitness utiliza sensores textiles avanzados integrados en cada calcetín, además de un dispositivo que se ajusta a la planta del pie para brindar datos precisos sobre cómo aterriza el pie mientras se camina o corre. La aplicación conectada brinda consejos para mejorar la técnica para caminar y correr, y realiza un seguimiento de pasos, velocidad, altitud y distancia recorrida.
Por su parte, los calcetines inteligentes de Siren, oficialmente denominados Siren’s Diabetic Socks and Foot Monitoring System, utilizan pequeños sensores colocados a lo largo de la tela de los calcetines para medir la temperatura del pie en seis puntos diferentes y envían toda la información a la app. Estos datos pueden detectar tempranamente ulceraciones que a menudo resultan en amputaciones.
Diseñados y fabricados en Francia, los trajes de baño de Neviano cuentan con un sensor UV integrado. El sensor tiene aproximadamente la mitad del tamaño del pulgar de un adulto, es resistente al agua y se conecta al dispositivo iOS o Android del usuario. Envía alertas cuando los niveles de UV son altos para recordarle que aplique más protector solar.
Las oportunidades que abre la indumentaria conectada son infinitas y están en su infancia y pueden ser utilizadas desde la industria del deporte y fitness a la salud. Se proyecta que el mercado de ropa inteligente alcanzará los USD 5300 millones para 2024, impulsado por la creciente demanda de monitoreo de actividades corporales a través de sensores, la masiva adopción de aplicaciones deportivas y de fitness/salud, pero principalmente la evolución, consolidación y crecimientos de todas las tecnologías que permiten la captación y monitoreo inteligente de datos, en pos de adaptarse a las necesidades de las personas.
Julio Cesar Blanco – 19 de abril 2023