En la industria de la belleza, los dispositivos IoT son grandes protagonistas del cambio. Tienen la capacidad de captar cientos de datos de la piel y transformarlos en respuestas y tratamientos a medida y en tiempo real.
Más allá de los simples ingredientes activos y oferta de productos para mejorar la apariencia y sentirse mejor, los avances recientes en el panorama tecnológico están cambiando rápidamente la forma en que las firmas ofrecen y las personas consumen los productos de belleza.
Parte de estos cambios tiene que ver con una nueva generación de consumidores nativos digitales que exigen a las empresas interactuar con los productos de la misma manera que interactúan con sus dispositivos tecnológicos en la vida cotidiana. Por otro lado, la pandemia inició una transformación tecnológica en el sector que no hizo sino crecer.
Pero además, las más exitosas empresas de cosmética de la actualidad son las que están entendiendo que los clientes demandan más que nunca altos niveles de personalización tanto de productos como de servicios, lo que hace necesaria la recopilación y análisis de datos del consumidor para permitir opciones de tratamiento personalizadas y en tiempo real.
Los expertos en tecnología y las marcas de cosméticos están dándole forma a una nueva industria de la belleza con la inclusión de avances en distintos tipos de tecnologías con Internet de las cosas (IoT) con un protagonismo central.
De hecho, en los últimos años, se ha producido una explosión de dispositivos IoT en sectores de consumo que afectan al bienestar personal. Un informe predice que el mercado mundial de dispositivos de belleza se desarrollará a una tasa de crecimiento anual del 20,2% de 2022 a 2027.
Dentro de este nuevo paradigma para la industria, los sensores inteligentes son las grandes estrellas: registran datos en tiempo real, como la exposición a los rayos UV, la hidratación de la piel, arrugas, manchas, entre otros cientos de indicadores, y luego crean productos personalizados. Por ejemplo el dispositivo inteligente Young&Be, ofrece belleza en el hogar: los sensores escanean la piel y envían la información a una aplicación que la analiza y selecciona un tratamiento personalizado para cada usuario. Luces es otro dermatólogo doméstico que realiza un análisis en profundidad para detectar cualquier problema de la piel (arrugas, acné, poros obstruidos o sequedad) y ofrece tratamientos para combatirlos. Luna, dispositivo de la firma FOREO, va en el mismo sentido valiéndose de los sensores para analizar la piel del usuario y personalizar los cuidados a la vez que autoaprende y mejora sus diagnósticos.
Múltiples marcas de cosméticos también venden espejos IoT. Los dispositivos líderes están equipados con inteligencia artificial, cámaras y sensores de medición de humedad en el espejo. Miden automáticamente el estado de la piel del usuario cuando su rostro se refleja y luego sugieren los cosméticos óptimos.
Shiseido de Japón lanzó “Optune”, un dispositivo que automáticamente proporciona maquillaje para un solo uso al tocarlo, tiene cinco cartuchos para el cuidado de la piel incorporados y extrae el suero y la crema hidratante óptimos en combinación. Los usuarios pueden tomar fotografías de su piel con una aplicación, medir las condiciones de la piel, (textura poros y el contenido de agua) y seleccionar el estado de ánimo del día. Luego, el algoritmo de Optune considera la temperatura, la humedad, el índice UV, etc. e inmediatamente combina cosméticos que son perfectos para la piel del usuario.
El éxito que están teniendo estos dispositivos en el mercado se relacionan a cómo los consumidores buscan la hiperpersonalización en tiempo real, un aspiracional que solo puede logrado a través de tecnologías que puedan captar datos (en este caso indicadores de la piel) y diseñar sólidas estrategias para analizarlos, clasificarlos y brindar las respuestas y tratamientos más adecuados para cada persona.
Por Julio Cesar Blanco – 12 de abril 2023