De la mano de IoT, el golf se vuelve cada vez más preciso y competitivo

El uso de IoT y wearables en el golf está revolucionando la industria. Dispositivos como palos de golf inteligentes y sensores conectados al guante del jugador analizan y mejoran el swing, ofreciendo retroalimentación instantánea y programas de capacitación personalizados. Además, el seguimiento de datos en tiempo real, como la distancia recorrida por la pelota, promueve la competencia y la mejora del juego. En general, IoT hace que el golf sea más preciso, profesional y atractivo para todas las generaciones.

Desde palos inteligentes a guantes hasta los propios greens, distintas aplicaciones de IoT  y análisis de datos están logrando niveles de transformación sin precedentes para este deporte

Ya existen aplicaciones IoT en todos los sectores y en todas las facetas de la vida diaria; además, cientos de industrias están transformándose al calor de las nuevas innovaciones que permiten esta clase de dispositivos. 

El deporte es una de ellas. La posibilidad de relacionar el entorno del deportista, su rendimiento y los indicadores del funcionamiento de su propio organismo están generando una verdadera revolución para esta industria.

En particular, el golf puede ser un juego frustrante para aprender: se necesitan innumerables horas de práctica para acercarse al “swing” perfecto. En la mayoría de los casos, es necesario contar con un jugador experimentado que pueda acompañar y transmitir los conocimientos además de corregir y guiar la postura y los movimientos del jugador.

IoT y wearables están trayendo una solución a esto. Por ejemplo, ya existen palos de golf que utilizan el aprendizaje automático para analizar y mejorar el swing: un acelerómetro montado en el eje del palo detecta el movimiento exacto y utiliza un algoritmo de aprendizaje automático para ver en qué medida coincide con el swing de un profesional. El dispositivos se nutre de datos de swing de un instructor o de un instructivo. En algunos casos, características como un LED montado en la cabeza de estos palos indica con colores si el golpe fue malo o bueno. 

Zepp Golf por caso ofrece un sistema de entrenamiento inteligente impulsado por IoT. Un pequeño sensor conectado al guante del golfista mide y analiza su swing para identificar áreas en las que el jugador puede mejorar, como por ejemplo, cómo ajustar la velocidad del palo, el plano, el tempo o la longitud del backswing. El chip envía instantáneamente comentarios personalizados a través de la aplicación móvil y ofrece programas de capacitación y tutoriales en video que se adaptan a la capacidad del jugador.

Bryson DeChambeau por ejemplo, un jugador de golf profesional bautizado por sus pares como “el científico”,  ha mejorado su juego gracias a este tipo de dispositivos y el análisis exhaustivo de la longitud de la vara de sus palos. Smart Grip detecta la posición de su agarre y los niveles de presión. También monitorea sus golpes de golf en diferentes palos y transmite datos en tiempo real a un sistema de computación en la nube. Con estos datos, el jugador puede optimizar su agarre, lo que le da una clara ventaja sobre aquellos que confían estrictamente en la sensación.

Alternativamente, Arrcos ofrece un conjunto de sensores de palos de golf conectados (vinculados con una aplicación móvil) que permite a los consumidores realizar un seguimiento de las distancias alcanzadas por cada palo, lo que idealmente ayuda a los golfistas a mejorar la precisión de sus golpes y la puntuación general.

En otro caso, la empresa Topgolf utiliza datos entregados desde chips RFID dentro de cada pelota de golf para impulsar la competencia entre los jugadores: después de que un jugador golpea la pelota de golf inteligente, el chip interno proporciona datos en tiempo real de la distancia que recorrió la pelota y califica cómo se compara con sus otros jugadores.

IoT también se utiliza para analizar y optimizar automáticamente el green para los jugadores. Ya existen sensores que se instalan debajo del campo de golf, que permiten medir la temperatura, la humedad y la acidez mediante un desarrollo basado en algoritmos predictivos y que pueden transmitir esa información a los organizadores de los encuentros así como a los jugadores. Los jugadores, pueden, de esta manera, ajustar o adaptar su juego según la circunstancia y los encargados de los campos llevar a cabo las tareas necesarias para brindar el mejor entorno posible a los participantes.

A través de una estrategia robusta de gestión de los datos y el seguimiento detallado de los indicadores, IoT puede volverse un juego mucho más preciso, profesional y competitivo para los expertos y profesionales, pero también es una forma de que la industria de este deporte pueda brindar valor agregado a todo el ecosistema. Asimismo, estas nuevas tecnologías pueden volver a “gamificar” el golf, haciéndolo más atractivo para las nuevas generaciones.

Nos vemos en el tee de salida.

Julio Cesar Blanco – 15 de marzo del 2023

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