Sensores IoT e inteligencia artificial son las claves de una nueva generación de robots que están transformando el mundo culinario
El mundo de las cocinas y de la gastronomía está re-definiéndose lenta pero finalmente, al calor de tecnologías innovadoras. Con la ayuda de brazos robóticos, sensores integrados, cámaras ópticas y tecnología de inteligencia artificial mejorada, está emergiendo una nueva camada de robots diseñados fundamentalmente para realizar múltiples tareas en la cocina, ejecutando las acciones y movimientos de personas y de los profesionales de la cocina en tiempo real.
Todo indica que esto ocurre en un contexto donde la cifra global de hogares inteligentes podría situarse en torno a los 478 millones en 2025 mientras que se estima que la población humana mundial alcanzará los 8.000 millones antes de finales de 2022. Lo que esto implica es que se desencadenará un aumento en la demanda de alimentos, la presión sobre la industria alimentaria mundial y un llamado a los consumidores por una calidad de alimentos mejor y más sostenible, un contexto donde la tecnología definitivamente puede colaborar.
Los “chefs robot” o robots enfocados en la cocina cuentan con sensores táctiles, de contacto y de proximidad para registrar tareas y capturar movimientos, pudiendo monitorear más de 1.200 parámetros cada microsegundo. Toda la información que captan los sensores se envían a sus sistemas operativos que crean un ciclo de aprendizaje similar al de un ser humano. Con la ayuda de estas funciones, pueden automatizar muchas tareas de la cocina y aprender nuevas habilidades.
Además, el set de datos con los que son entrenados les permite en algunos casos conocer recetas, saber cuándo es necesario reemplazar los ingredientes, y medir cantidades.
Los beneficios de estas tecnologías para el mundo culinario son muchos. Estos robots pueden resolver el problema de la falta de personal en la mayoría de los restaurantes, comidas rápidas y cocinas de gran volumen. Al mismo tiempo, pueden complementar o hacerse cargo del trabajo repetitivo y en serie de los seres humanos, lo que reduce los costos y mejora la experiencia del cliente.
En paralelo, al dispensar los ingredientes necesarios para cada comida, los “cocineros robóticos” ayudan a reducir el desperdicio de alimentos y los costos mediante la eliminación del error humano que surge de la sobreestimación. Además, contribuyen a la sustentabilidad porque pueden monitorear y controlar el entorno de los contenedores de almacenamiento de alimentos para evitar el deterioro de los ingredientes.
Moley Robotics por ejemplo actúa como un sistema autónomo de IA que puede automatizar prácticamente todas las partes del proceso de cocción. Es un dispositivo montado en el techo que funciona en conjunto con una cocina inteligente completa. Con sus dos brazos, se desliza a lo largo de un riel y puede ajustar la temperatura, lavar, mezclar y verter ingredientes en sartenes, así como revolver ollas logrando cocinar más de 5000 comidas a la vez y limpiar cuando termina.
El Barista Coffee Robot de Rozum Robotics por caso, consta de una estación de café equipada con los mejores dispositivos de preparación y un brazo robótico diseñado para preparar cualquier taza de café y puede crear hasta 400 tazas de café especial en 12 horas.
Flippy Wings es un robot autónomo diseñado para freír alitas de pollo en restaurantes, cuenta con un sistema AutoBin que incluye contenedores seguros para alimentos donde el personal del restaurante puede dejar comida para cocinar. La visión de IA integrada identifica la comida y el robot la recoge, la cocina y luego la coloca en un área de conservación caliente. Logra aumentar la velocidad de producción de alimentos entre un 10% y un 20% aproximadamente.
Pizzaiola es un chef robótico de siete ejes completamente autónomo que utiliza inteligencia artificial y aprendizaje automático para preparar hasta 50 pizzas por hora. Chippy por su parte, es el robot de la cadena Chipotle encargado de hacer chips de tortilla en segundos gracias a las cámaras, los motores, los sensores y los algoritmos de visión por computadora integrados.
En general, parece haber llegado la era dorada para el avance tecnológico en la industria alimentaria. Lo que viene serán mayores niveles de complejidad y con ello, mayor rigurosidad en la gestión y el entrenamiento de los datos con lo que son programados los robots. Investigadores de la Universidad de Cambridge están trabajando en robots con capacidad de masticación y sensores receptores de sabor mejorados para poder tener las cinco modalidades básicas de sabores y que puedan integrar mejor estos datos en su sistema operativo, a fin de garantizar nuevas funcionalidades e innovaciones que lo asemejen aún más al humano en la cocina.
Julio Cesar Blanco – 22 de marzo del 2023